En el sector construcción, siempre ha sido y será imprescindible el uso de materiales de la mejor calidad, ya que de estos, depende que una obra de construcción sea duradera, o por el contrario, se deteriore rápidamente. A la hora de llevar a cabo una obra de ingeniería, el cemento es uno de los materiales más importantes; por ello, nos enfatizaremos en las clases de cemento que podemos encontrar en el mercado.
En primera medida, el cemento es una composición entre caliza y arcilla molidas, que tienen la facilidad de endurecerse al ser mezcladas con agua; adicionalmente, se le pone yeso, de manera que se genere una mezcla uniforme y homogénea, capaz de endurecer, a lo que conocemos como concreto.
El cemento tipo 1 o también conocido como cemento Portland, es producido con caliza y arcilla, más una parte de sulfato de calcio molido; es utilizado en construcciones que no requieran especial protección de ataques como altas o bajas temperaturas, cloruros, etc, debido a que su composición es de gran calidad.
El cemento tipo 2, es una mezcla de arcilla, caliza, yeso y puzolana, el cual es muy usado en tuberías de drenaje, ya que permite la protección contra el ataque de sulfatos, además de ser usado en obras para climas cálidos como en muros de contención.
El cemento tipo 3, es una mezcla homogénea de caliza, arcilla, yeso y escoria granulada de alto horno, que puede ser usado en obras de construcción que se necesitan rápidamente, como las autopistas.
Realmente, existe una gran variedad de clases de cemento; sin embargo, las mencionadas con anterioridad son las principales, ya que suelen ser implementadas en obras de construcción como vías o carreteras, edificaciones de uso familiar o empresarial, grandes centros comerciales, entre otras, que requieren la resistencia y protección brindadas por cada una de las clases de cemento según la construcción para la cual se requieren.